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Bodega Ribas
ARQUITECTURA DEL VINO
Con la intención de modernizar las instalaciones para mejorar y aumentar la producción, en 2019 se construye un nuevo edificio proyectado por el estudio de arquitectura de Rafael Moneo.
RAFAEL MONEO
Cuando en el año 2016 surgió la posibilidad de contactar con Rafael Moneo para la ampliación de la bodega, no hubo ninguna duda que era la persona idónea para llevar a cabo el proyecto. La manera en que sus edificios se adaptan al entorno, su experiencia en la construcción de bodegas y su personalidad encajaban con lo que la familia buscaba para dar este paso hacia el futuro.
Construcción
DIÁLOGO CON EL ENTORNO
En el exterior, el edificio mantiene una apariencia y carácter similar a los edificios existentes, todos ellos en mampostería, para lo que se han recuperado técnicas tradicionales en su construcción. Los árboles originales se han preservado durante la construcción, dando nueva vida al entorno con la creación de zonas ajardinadas.
Su interior sorprende por una arquitectura realizada en hormigón blanco visto, que combinada con revestimientos de madera, alicatados de azulejos artesanales y solados en piedra de Binissalem, le confieren un estilo claramente contemporáneo.
Arquitectura
UN LUGAR ATEMPORAL Y FUNCIONAL
El edificio, de más de 800 m², está distribuido en tres plantas, dos de ellas subterráneas. En superficie la construcción es una nave diáfana con una cubierta a dos aguas, parte de la cual está destinada a la elaboración del vino blanco y rosado, zona de embotellado y espacios de almacenamiento. En el extremo norte de la nave, dando a la Era, se ubican el acceso principal al interior del edificio y la nueva recepción para visitas.
Sala de catas
UN MIRADOR PARA OBSERVAR EL PASO DEL TIEMPO
Una planta por debajo encontramos la sala de catas, un espacio recogido y bañado por luz natural que cae sobre un vistoso mosaico inspirado en los colores del vino.
Un vidrio de pared a pared en la sala de catas descubre un espacio dispuesto más abajo y reservado para la crianza del vino.
Sala de barricas
TRANQUILIDAD Y SILENCIO
La sala de barricas se dispone así completamente enterrada, para aprovechar las mejores condiciones térmicas y de humedad para la crianza del vino.
Construida íntegramente en hormigón armado, sorprende por la plasticidad de la solución estructural adoptada. Tiene capacidad para 70.000 litros de vino, entre barricas de 500 litros y tinos de 2.500 litros.